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lunes, 28 de mayo de 2018

Salmos 3

Sal 3:1
Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.
¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí.
Sal 3:2 Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios. Selah
Sal 3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Sal 3:4 Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah
Sal 3:5 Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
Sal 3:6 No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí.
Sal 3:7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.
Sal 3:8 La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

domingo, 27 de mayo de 2018

Salmos 2

Sal 2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
Sal 2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Sal 2:3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
Sal 2:4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
Sal 2:5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
Sal 2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
Sal 2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
Sal 2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Sal 2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
Sal 2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
Sal 2:11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
Sal 2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmos 1

Religión, Fe, Cruz, La Luz, Mano, Confianza, DiosSal 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sal 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Sal 1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
Sal 1:4 No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
Sal 1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Sal 1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.

Salmos 86

    Salmos 86 La Biblia de las Américas (LBLA)

 Salmo de súplica y confianza

Oración de David.

86 Inclina, oh Señor, tu oído y respóndeme,
porque estoy afligido y necesitado.
Guarda mi alma[a], pues soy piadoso;
tú eres mi Dios; salva a tu siervo que en ti confía.
Ten piedad de mí, oh Señor,
porque a ti clamo todo el día.
Alegra el alma de tu siervo,
porque a ti, oh Señor, elevo mi alma.
Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador,
abundante en misericordia para con todos los que te invocan.
Escucha, oh Señor, mi oración,
y atiende a la voz de mis súplicas.
En el día de la angustia te invocaré,
porque tú me responderás.
No hay nadie como tú entre los dioses, oh Señor,
ni hay obras como las tuyas.
Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande y haces maravillas[b];
sólo tú eres Dios.
11 Enséñame, oh Señor, tu camino;
andaré en tu verdad;
unifica mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón,
y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque grande es tu misericordia para conmigo,
y has librado mi alma de las profundidades del Seol[c].
14 Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí,
y una banda[d] de violentos ha buscado mi vida[e],
y no te han tenido en cuenta[f].
15 Mas tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad,
lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad[g].
16 Vuélvete hacia mí, y tenme piedad;
da tu poder a tu siervo,
y salva al hijo de tu sierva.
17 Muéstrame[h] una señal de bondad,
para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen,
porque tú, oh Señor, me has ayudado y consolado.

lunes, 21 de mayo de 2018

Salmos 19


Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    y el firmamento declara lo que sus manos han hecho.
Un día le cuenta a otro este mensaje,
    y cada noche a la siguiente.
No se escucha lenguaje ni palabras,
    ni se emite una voz que podamos oír.
Sin embargo, su voz atraviesa el mundo entero,
    sus palabras llegan al último rincón de la tierra.
Dios le ha dado al sol el cielo como hogar.
    Y como cuando sale un novio de la alcoba nupcial,
o como cuando un atleta se dispone a recorrer su camino
    así sale feliz el sol para hacer su recorrido.
Comienza su carrera en un punto del cielo
    y hace todo su recorrido hasta llegar al final;
    nada en la tierra puede escapar de su calor.
La enseñanza del SEÑOR es perfecta,
    reconforta el alma.
Lo que dice el SEÑOR en su pacto es seguro,
    ayuda a los ignorantes a volverse sabios.
Las leyes del SEÑOR son justas,
    hacen feliz a la gente.
Los mandamientos del SEÑOR son buenos,
    le muestran a la gente el camino correcto a seguir.
El mandato de respetar al SEÑOR es puro;
    permanece para siempre.
Las decisiones del SEÑOR son siempre justas;
    absolutamente correctas.
10 Sus enseñanzas valen más que el oro puro;
    son más dulces que la miel recién salida del panal.
11 Dios mío, tus enseñanzas previenen de todo peligro a quienes te respetan.
    Los que te obedecen serán recompensados.
12 ¿Quién puede darse cuenta de absolutamente todos sus errores?
    Así que te pido que me ayudes a no cometer pecados sin darme cuenta.
13 Protégeme de la soberbia;
    no dejes que gobierne mi vida.
Sólo así podré estar puro
    y libre de toda culpa.
14 SEÑOR, tú eres mi roca;
    eres quien me salva.
Deseo que te complazca
    todo lo que digo y pienso.

Que toda la creación alabe al Señor

¡Aleluya!

Alaben al SEÑOR desde los cielos,
    alábenlo en las alturas.
Alábenlo todos sus ángeles,
    alábenlo todos sus ejércitos [a].
Alábenlo el sol y la luna,
    alábenlo todas las estrellas que brillan.
Alábenlo los altísimos cielos
    y las aguas que están sobre los cielos.
Alaben el nombre del SEÑOR,
    porque él dio una orden y todo fue creado.
Él lo creó todo para que existiera para siempre;
    dio leyes que continúan para siempre.
Alaben al SEÑOR desde la tierra,
    los monstruos marinos y el océano;
el rayo y el granizo, la nieve y el humo,
    la tormenta que cumple sus mandatos;
las colinas y montañas,
    los árboles frutales y los cedros;
10 los animales salvajes y los animales domésticos,
    los reptiles y los pájaros;
11 los reyes y las naciones de la tierra,
    los líderes y los gobernantes del mundo;
12 los hombres y las mujeres;
    los jóvenes y los viejos.
13 Alaben todos ellos el nombre del SEÑOR,
    pues su nombre está por encima de todo nombre;
    su esplendor está por sobre los cielos y la tierra.
14 Él le ha dado poder a su pueblo.
    Que todos los que le son fieles lo alaben,
    los israelitas, su pueblo cercano.
¡Aleluya!

martes, 15 de mayo de 2018

La grandeza de Dios


Salmo 139.1-18 Dios es infinito. Para nosotros es difícil, con nuestras limitadas mentes humanas, imaginar exactamente lo que eso significa; sin embargo, es importante pensar en su grandeza. Su amor es inconmensurable, y Él es ilimitado en justicia y misericordia. El tiempo y el espacio no pueden contenerle.
¿Podemos ir a alguna parte donde Dios no esté? Puede haber momentos en los que sintamos que queremos escondernos de Él, pero, por fortuna, no hay ningún lugar al que podamos ir que esté fuera de su alcance. Lo último que deberíamos desear es estar separados de Él. Como creyentes, estamos conectados con el Padre para siempre, porque Él es eterno. Se llama a sí mismo el Alfa y la Omega, lo que significa el principio y el fin. Esto no quiere decir que el Señor comenzó en algún momento en el pasado de la eternidad, y que terminará en algún momento en el futuro. Significa que cuando comenzaron el tiempo y el espacio, fue Él quien los creó.

Cuando ellos terminen, Dios seguirá estando allí: Él es “el que es y que era y ha de venir” (Ap 1.8). Este era un concepto revolucionario para la multitud de judíos a quienes Cristo dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Jn 8.58). Entendieron que Jesús, al decir que era uno con Yavé (el nombre de Dios, que significa “Yo soy”), afirmaba ser eterno, y por eso trataron de matarlo, pues consideraban que eso era una blasfemia (Jn 8.59).
Pero Dios no solo es infinito y eterno; Él también es inmutable (Stg 1.17). Mucho de lo que creemos se basa en esta característica de Dios. Podemos confiar en sus promesas, porque ellas nunca cambian, y también en su amor porque éste nunca termina.

¡La grandeza del poder de Dios

Janne Epland                                                                            ¿Has pensado que el mismo poder que dividió el mar rojo – está disponible para ti? La mano de Dios sostiene todo el océano, y Él creó la tierra en la que nos encontramos y andamos. ¡Este mismo poder está disponible para nosotros hoy día! A través de este poder podemos ser libres del pecado que mora en nosotros.

¿Quién es Dios?

Dios es el poder que creó los cielos y la tierra. Cuando dijo: «¡Sea la luz!» La luz vino al mundo, y creó el día y la noche. (Génesis 1) Dios dividió el Mar Rojo en dos, e hizo caer los muros de Jericó sin un solo golpe. (Éxodo 14,21, Josué 5,20). Incluso el sol y la luna se detienen a su palabra. (Josué 10,13)


Dios es infinitamente grande. El profeta Isaías hace un intento de describirlo:
«¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?» (Isaías 40,12)
«… él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar (Isaías 40,22)

Dios es eterno

Este es el mismo Dios con el cual podemos tener contacto en nuestra vida personal. Él siempre es el mismo. Dios es eterno.
«¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.»
(Isaías 40, 28-29)
¡Por su poder las barreras y los muros caen, y lo que es imposible se vuelve posible! ¡Allí donde antes caímos en el pecado una y otra vez, ahora en el poder del Dios eterno podemos permanecer firmes!
Esto significa que esta misma fuerza, el mismo poder indescriptible que dividió el Mar Rojo en un abrir y cerrar de ojos, sigue disponible – ¡para ti y para mí! La mayoría de nosotros no va a entrar y poseer ciudades y países, o tener guerra contra enemigos físicos, pero Dios nos ha llamado a resistir el propio pecado que mora en nosotros. A través de Jesús nos dio la posibilidad de ser libres de la esclavitud del pecado, de nuestros propios deseos y pasiones. De todo lo que causa intranquilidad y conflicto.
Necesitamos la ayuda de Dios cada día – cada vez que somos tentados, para vencer sobre el pecado que quiere manifestarse en nosotros. El pecado es fuerte, ¡pero el poder de Dios siempre es más fuerte! ¡Por su poder las barreras y los muros caen, y lo que es imposible se vuelve posible! ¡Allí donde antes caímos en el pecado una y otra vez, ahora en el poder del Dios eterno podemos permanecer firmes!

Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento

Dios puede crear algo completamente nuevo en nosotros, si dejamos que Él tenga todo el poder y si renunciamos a nuestra propia voluntad. De este modo nos encontramos en la posición correcta para ser transformados. Cuando Dios recibe acceso a nuestras vidas, podemos ser verdaderamente nuevas personas que ya no están bajo el poder del pecado. ¡Qué enorme esperanza! ¿Podemos verla? Pablo escribe en Efesios 1,17-18:
«Haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos»,
Así como Pablo oró para que los efesios pudieran ver la esperanza todavía con más claridad, también podemos orar para que Él alumbre los ojos de nuestro entendimiento. Podemos orar para poder ver como Dios ve. Entonces Dios vuelve a crear luz allí donde antes había oscuridad, y las situaciones dan un giro completo. ¡La vida se vuelve interesante y llena de esperanza!

El poder de Dios es suficiente

Se trata de asirnos a la fe en el poder de Dios en nuestra vida personal. Este poder es lo suficientemente fuerte para liberarnos del pecado y llevarnos a una vida en la voluntad de Dios, que es solamente futuro y esperanza (Jeremías 29, 11). La fe en el poder de Dios hace que nos soltemos, y dejemos que Él que tiene todo el poder sobre el cielo y la tierra nos guíe a cambio. ¡Así de grande es el poder de Dios!
«y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.» (Efesios 1,19)  Fuente: cristianismoactivo.org

viernes, 11 de mayo de 2018

La grandeza de Jehová es inescrutable

“Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable.” (SALMO 145:3.)
1, 2. ¿Qué clase de persona era David, y cómo se veía en relación con Dios?
EL COMPOSITOR del Salmo 145 es uno de los personajes históricos de más renombre. Cuando era un muchacho, mató en combate a un gigante bien armado, y con el tiempo se convirtió en un rey guerrero que derrotó a numerosos enemigos. Se llamaba David, y llegó a ser el segundo rey del antiguo Israel. Su fama perduró tras su muerte, de modo que incluso en nuestros días hay millones de personas que han oído de él.
A pesar de sus hazañas, tenía un concepto humilde de sí mismo. Dirigiéndose a Jehová cantó: “Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente, y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él?” (Salmo 8:3, 4). En vez de creerse importante, David atribuyó el mérito por haberse librado de sus adversarios a Jehová, de quien dijo: “Tú me darás tu escudo de salvación, y tu humildad es lo que me hace grande” (2 Samuel 22:1, 2, 36). En efecto, Dios es humilde al mostrar misericordia a los pecadores, y David agradecía tal bondad inmerecida.
‘Ensalzaré a Dios el Rey’
3. a) ¿Qué punto de vista tenía David en cuanto a quién reinaba en Israel? b) ¿Con cuánta intensidad deseaba David alabar a Jehová?
Aunque era el rey nombrado por Dios, David consideraba que el auténtico Rey de Israel era Jehová, por lo que declaró: “Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre todo” (1 Crónicas 29:11). ¡Y cuánto apreciaba David la gobernación divina! “Te ensalzaré, oh mi Dios el Rey —cantó—, y ciertamente bendeciré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre. Todo el día te bendeciré, sí, y ciertamente alabaré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” (Salmo 145:1, 2.) David deseaba alabar a Jehová Dios todo el día y por toda la eternidad.
4. ¿Qué alegaciones falsas denuncia el Salmo 145?
El Salmo 145 proporciona una contundente respuesta a la alegación de Satanás de que Dios es un gobernante egoísta que priva de libertad a sus criaturas (Génesis 3:1-5). Asimismo, dicho salmo denuncia la mentira satánica de que quien sirve a Dios lo hace por lo que pueda obtener de él y no porque lo ame (Job 1:9-11; 2:4, 5). Al igual que David, los cristianos verdaderos de hoy están refutando las acusaciones falsas del Diablo. Valoran enormemente su esperanza de vivir para siempre bajo el Reino, ya que su deseo es alabar a Jehová por toda la eternidad. De hecho, ya se cuentan por millones los que han comenzado a hacerlo, pues han puesto fe en el sacrificio redentor de Jesús y se han hecho adoradores de Jehová dedicados y bautizados, que le obedecen y le sirven por amor (Romanos 5:8; 1 Juan 5:3).
5, 6. ¿Qué oportunidades hay de bendecir y alabar a Jehová?
Pensemos en las numerosas oportunidades que los siervos de Jehová tenemos de bendecirlo y alabarlo. Podemos hacerlo al orarle cuando nos llega al corazón algo que hayamos leído en su Palabra, la Biblia. Igualmente, podemos ensalzarlo y expresarle nuestra gratitud cuando nos conmueve la forma en que trata a su pueblo o nos maravilla algún aspecto de su fascinante creación. Y también lo bendecimos al estudiar sus propósitos en las reuniones cristianas junto con nuestros hermanos en la fe o al hablar de ello en nuestras conversaciones. En realidad, todas las “obras excelentes” que efectuamos a favor del Reino de Dios contribuyen a la alabanza de Jehová (Mateo 5:16).
Entre tales obras excelentes figura la reciente construcción de muchos lugares de adoración que el pueblo de Jehová ha llevado a cabo en países sumidos en la pobreza. Gran parte de esta labor ha sido posible gracias al apoyo económico de hermanos de otros países. Además, algunos cristianos se han trasladado voluntariamente a esos lugares para colaborar en la edificación de Salones del Reino. Pero la obra excelente más importante de todas es la de alabar a Jehová predicando las buenas nuevas de su Reino (Mateo 24:14). Como muestran versículos posteriores del Salmo 145, David apreciaba la gobernación de Dios y lo ensalzaba como Rey (Salmo 145:11, 12). ¿Sentimos nosotros el mismo aprecio por el amor con que Jehová gobierna? ¿Hablamos frecuentemente de su Reino a otras personas?
Ejemplos de la grandeza divina
7. Mencione un poderoso motivo para alabar a Jehová.
En Salmo 145:3 se subraya un poderoso motivo para alabar a Jehová. David cantó: “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable”. La grandeza de Jehová es insondable, no tiene límites. Los seres humanos no podemos escrutarla, abarcarla ni medirla completamente. No obstante, sin duda nos beneficiará examinar algunos ejemplos de ella.
8. ¿Qué revela el universo en cuanto a la grandeza y el poder de Jehová?
Trate de recordar una ocasión en la que, alejado de las luces de la ciudad, alzó la vista a un despejado cielo nocturno. ¿No se maravilló al contemplar la multitud de estrellas que relumbraban en la negrura del espacio? ¿No se sintió impulsado a alabar a Jehová por su grandeza al crear todos esos cuerpos celestes? Sin embargo, lo que vio no es más que una fracción diminuta de las estrellas de la galaxia en que se halla el planeta Tierra. Y se calcula que hay más de cien mil millones de galaxias, de las cuales solo tres pueden verse sin telescopio. Realmente, las innumerables estrellas y galaxias que componen el vasto universo atestiguan el poder creador de Jehová y su inescrutable grandeza (Isaías 40:26).
9, 10. a) ¿Qué aspectos de la grandeza de Jehová se han puesto de manifiesto con relación a Jesucristo? b) ¿Qué efecto debe tener en nuestra fe la resurrección de Jesús?
Examinemos ahora la grandeza de Jehová en otros aspectos, los que tienen que ver con Jesucristo. Dios la manifestó al crear a su Hijo y emplearlo como “obrero maestro” durante incontables milenios (Proverbios 8:22-31). La grandeza del amor de Jehová volvió a demostrarse cuando entregó a su Hijo unigénito como sacrificio de rescate por la humanidad (Mateo 20:28; Juan 3:16; 1 Juan 2:1, 2). Y el glorioso e inmortal cuerpo espiritual que Jehová forjó para Jesús al resucitarlo supera con creces lo que los seres humanos pueden acertar a comprender (1 Pedro 3:18).
10 La resurrección de Jesús refleja muchos aspectos impresionantes de la insondable grandeza divina. Jehová sin duda hizo que Jesús volviera a recordar el trabajo que implicó la creación de las cosas visibles e invisibles (Colosenses 1:15, 16). Entre estas obras creativas se incluyen las demás criaturas espirituales, el universo, la Tierra productiva y todas las formas de vida de nuestro planeta. Al pleno conocimiento de la historia de la vida celestial y terrestre, de la que su Hijo fue testigo durante su existencia prehumana, Jehová añadió las vivencias de Jesús como humano perfecto. Vemos, pues, que la inescrutable grandeza de Jehová se hace patente en la resurrección de Jesús. Además, aquel gran acto es una garantía de que la resurrección de otras personas es posible, y debe fortalecer nuestra fe en que Dios puede devolverles la vida a los millones de fallecidos que guarda en su memoria perfecta (Juan 5:28, 29; Hechos 17:31).
Obras maravillosas y poderosos actos
11. ¿Qué gran obra de Jehová se inició en el Pentecostés de 33 E.C.?
11 Desde la resurrección de Jesús, Jehová ha ejecutado muchas otras obras maravillosas (Salmo 40:5). En el Pentecostés del año 33 E.C., Jehová dio existencia a una nueva nación, “el Israel de Dios”, compuesta por los discípulos de Cristo ungidos con espíritu santo (Gálatas 6:16). De una forma poderosa, esta nueva nación espiritual se extendió por todo el mundo conocido de aquel tiempo. Y a pesar de la apostasía que dio origen a la cristiandad tras la muerte de los apóstoles, Jehová siguió realizando obras maravillosas para hacer seguro el cumplimiento de Su propósito.
12. ¿De qué es prueba el hecho de que la Biblia pueda leerse en todos los idiomas principales que hoy existen?
12 Por ejemplo, el canon de la Biblia se preservó, y con el tiempo se tradujo a todos los idiomas principales que hoy existen. A menudo, los traductores realizaron su labor en circunstancias difíciles y amenazados de muerte por los secuaces de Satanás. Innegablemente, la Biblia jamás se habría traducido a más de dos mil idiomas si ello no hubiera sido la voluntad de Jehová, el Dios de grandeza inescrutable.
13. ¿Cómo se ha manifestado la grandeza de Jehová desde 1914 en los propósitos que cumple su Reino?
13 La grandeza de Jehová también se ha manifestado en los propósitos que cumple su Reino. Por ejemplo, en el año 1914 instauró como Rey celestial a su Hijo, Jesucristo. Poco después, este se enfrentó a Satanás y sus demonios, los arrojó de los cielos y los confinó a la vecindad de la Tierra, donde ahora aguardan la hora en que serán abismados (Revelación [Apocalipsis] 12:9-12; 20:1-3). Desde entonces, la persecución contra los seguidores ungidos de Jesús se ha intensificado, pero Jehová los ha sostenido en este tiempo de la presencia invisible de Cristo (Mateo 24:3;Revelación 12:17).
14. ¿Qué obra maravillosa efectuó Jehová en 1919, y qué logró con ello?
14 En el año 1919, Jehová efectuó otra obra maravillosa que demostró su grandeza, pues los discípulos ungidos de Jesús fueron revivificados y salieron del estado de inactividad al que habían sido reducidos (Revelación 11:3-11). En los años transcurridos desde entonces, los ungidos han predicado con celo las buenas nuevas del Reino celestial ya establecido, de modo que se ha recogido a más de ellos a fin de completar el número de 144.000 (Revelación 14:1-3). Y mediante los seguidores ungidos de Cristo, Jehová ha colocado el fundamento de “una nueva tierra”, una sociedad humana justa (Revelación 21:1). Pero ¿qué pasará con la “nueva tierra” cuando todos los ungidos fieles se vayan al cielo?
15. ¿Qué obra han encabezado los cristianos ungidos, y con qué resultados?
15 En 1935, en el número de septiembre de la edición en español de esta revista, aparecieron artículos clave sobre la “gran muchedumbre” mencionada en el capítulo 7 de Revelación. Los cristianos ungidos empezaron a buscar celosamente y a acoger a estos hermanos en la fe que, procedentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, componen la “gran muchedumbre” que sobrevivirá a la inminente “gran tribulación” con la perspectiva de vivir para siempre en un Paraíso como miembros permanentes de la “nueva tierra” (Revelación 7:9-14). Como resultado de la obra de predicar el Reino y hacer discípulos que encabezan los cristianos ungidos, ya hay más de seis millones de personas que abrigan la esperanza de la vida sin fin en un paraíso terrestre. ¿A quién corresponde el mérito de este aumento frente a la oposición de Satanás y su mundo corrupto? (1 Juan 5:19.) Únicamente Jehová, mediante su espíritu santo, podía efectuar todos estos logros (Isaías 60:22; Zacarías 4:6).
Jehová, glorioso en esplendor y dignidad
16. ¿Por qué no podemos ver literalmente ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’?
16 Sin importar su naturaleza, las “maravillosas obras” y los “poderosos actos” de Jehová jamás quedarán en el olvido. Como David escribió: “Generación tras generación encomiará tus obras, e informará acerca de tus poderosos actos. En el glorioso esplendor de tu dignidad y en los asuntos de tus maravillosas obras ciertamente me interesaré intensamente. Y ellos hablarán acerca de la fuerza de tus propias cosas inspiradoras de temor; y en cuanto a tu grandeza, yo ciertamente la declararé” (Salmo 145:4-6). Sin embargo, ¿cuánto podía saber David acerca del glorioso esplendor de Jehová, teniendo en cuenta que “Dios es un Espíritu” y, por consiguiente, invisible a nuestros ojos? (Juan 1:18; 4:24.)
17, 18. ¿Cómo pudo David aumentar su aprecio por ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’?
17 Aun sin ver a Dios, David tenía diversos medios para acrecentar su aprecio por la dignidad de Jehová. Entre otras cosas, podía leer los relatos bíblicos de Sus poderosos actos, como el de la destrucción de un mundo impío mediante el diluvio universal. Y es muy probable que comprendiera la humillación que sufrieron los dioses falsos de Egipto cuando Dios liberó a los israelitas de su cautiverio en esa nación. Tales acontecimientos atestiguan la dignidad y grandeza de Jehová.
18 Sin duda alguna, David aumentó su aprecio por la dignidad de Dios, no solo al leer las Escrituras, sino también al meditar en ellas. Por ejemplo, quizá reflexionó sobre lo que ocurrió cuando Jehová dio la Ley a Israel. Hubo truenos, relámpagos, una nube densa y un sonido muy fuerte de cuerno. El monte Sinaí comenzó a humear y sacudirse. Congregados al pie de la montaña, los israelitas incluso oyeron “las Diez Palabras” cuando Jehová les habló desde el fuego y la nube a través de un representante angélico (Deuteronomio 4:32-36; 5:22-24; 10:4; Éxodo 19:16-20;Hechos 7:38, 53). ¡Qué manifestaciones de la grandiosidad de Jehová! Quienes aman la Palabra de Dios y meditan en estos relatos no pueden menos que sentirse conmovidos por ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’. Por supuesto, hoy disponemos de toda la Biblia, en la cual se hallan distintas visiones gloriosas que nos impresionan por la grandeza que Jehová manifiesta en ellas (Ezequiel 1:26-28; Daniel 7:9, 10; Revelación, capítulo 4).
19. ¿Qué intensificará nuestro aprecio por la dignidad de Jehová?
19 Otra forma en que David pudo quedar impresionado por la dignidad de Dios fue estudiando las leyes que Jehová dio a los israelitas (Deuteronomio 17:18-20; Salmo 19:7-11). La obediencia a las leyes divinas confería dignidad a la nación de Israel y la separaba de todos los demás pueblos (Deuteronomio 4:6-8). Al igual que sucedió con David, leer con regularidad las Escrituras, meditar profundamente en ellas y estudiarlas con diligencia intensificará nuestro aprecio por la dignidad de Jehová.
La grandeza de las cualidades morales de Dios
20, 21. a) ¿Qué cualidades ensalzan la grandeza de Jehová en Salmo 145:7-9? b) ¿Qué efecto tienen tales atributos de Dios en todos los que lo aman?
20 Como hemos notado, los primeros seis versículos del Salmo 145 aportan sólidas razones para alabar a Jehová por las diversas facetas de su inescrutable grandeza. Seguidamente, los versículos 7 a 9 ensalzan la grandeza de sus cualidades morales. David canta estas palabras: “Rebosarán con la mención de la abundancia de tu bondad, y a causa de tu justicia clamarán gozosamente. Jehová es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y grande en bondad amorosa. Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras”.
21 David resalta primero la bondad y la justicia de Jehová, cualidades que Satanás puso en entredicho. ¿Qué efecto tienen estos atributos en todos los que aman a Dios y se someten a su soberanía? En realidad, la bondad de Jehová y la justicia con que gobierna generan tanto gozo en sus adoradores que es como si continuamente ‘rebosaran’ en alabanzas a él. Por otra parte, Jehová manifiesta su bondad “para con todos”, de modo que esperamos que muchos más se arrepientan y lleguen a ser adoradores del Dios verdadero antes de que sea tarde (Hechos 14:15-17).
22. ¿Cómo trata Jehová a sus siervos?
22 David también valoró las cualidades que Dios mismo destacó al ir “pasando delante del rostro de [Moisés] y declarando: ‘Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad’” (Éxodo 34:6). Por lo tanto, David pudo indicar que “Jehová es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y grande en bondad amorosa”. A pesar de su inescrutable grandeza, Jehová dignifica a sus siervos humanos tratándolos con benevolencia. Puesto que es sumamente misericordioso, desea perdonar a los pecadores arrepentidos sobre la base del sacrificio redentor de Jesús. Además, es tardo para la cólera, por lo que concede a sus fieles la oportunidad de que superen las debilidades que podrían impedirles entrar en su justo nuevo mundo (2 Pedro 3:9, 13, 14).
23. ¿Qué inapreciable cualidad examinaremos en el siguiente artículo?
23 David ensalza la bondad amorosa, o amor leal, de Dios. De hecho, el resto del Salmo 145 muestra cómo manifiesta Jehová esta cualidad y cómo responden a ella sus siervos leales. Examinaremos estas cuestiones en el siguiente artículo.
¿Qué respondería?
• ¿Qué oportunidades tenemos de alabar a Jehová “todo el día”?
• ¿Qué ejemplos muestran que la grandeza de Jehová es inescrutable?
• ¿Cómo podemos intensificar nuestro aprecio por la gloriosa dignidad de Jehová?
[Ilustración de la página 10]
Las galaxias del universo atestiguan la grandeza de Jehová
[Reconocimiento]
Gentileza de Anglo-Australian Observatory, fotografía de David Malin
[Ilustración de la página 12]
¿Cómo se ha manifestado la grandeza de Jehová en relación con Jesucristo?
[Ilustración de la página 13]
Los israelitas vieron pruebas de la gloriosa dignidad de Jehová cuando recibieron la Ley en el monte Sinaí